Tiene 51 años, participa en el torneo de la URBA con la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y es el jugador más grande en actividad, pero asegura que adentro de la cancha son “todos iguales”. “Mi mujer ya no quiere saber nada, pero voy a jugar hasta que me den las piernas”, expresó.
Martes y jueves son especiales; nada de familia, trabajo ni descanso: asistir religiosamente a las prácticas es su vocación. ¿Y los fines de semana? Reincide en el rugby, porque el deporte ya es mucho más que un hobbie para él. Y cuando el amor y la pasión están en el medio, no hay cuerpo que se desgaste.
Ricardo Codegoni tiene 51 años e integra el equipo de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora que disputa el torneo de la URBA. Es el jugador de mayor edad en actividad, pero asegura que adentro de la cancha son “todos iguales”. “No me importa si el que está enfrente es mucho más joven, somos pares y las reglas son las mismas para cualquiera”, expresó.
“Es algo que me encanta y ya lo tengo totalmente incorporado. Incluso planeo toda mi actividad para que esos días me queden libres. Salvo cuando estoy de viaje, voy siempre porque la paso bien compartiendo con el grupo. Me despejo mucho”, completó.
El experimentado rugbier, que se desenvuelve como segunda línea, se recibió de ingeniero zootecnista en la Facultad de Ciencias Agrarias y fue pionero en darle forma al triunfador equipo de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora allá por los años 80´ con una idea más que nada “recreativa”.
Con el tiempo se fue tornando más serio, especialmente cuando la URBA se puso al frente del torneo universitario. A partir de ahí, el equipo de Lomas, con Ricardo como uno de los referentes, dio mucho que hablar. Repetidas consagraciones han sido materia constante de este equipo. Pero…. ¿cómo seguir después de tanto tiempo?
“La verdad no sé porque todavía tengo ganas. Me muero de frío en invierno y mi mujer no quiere saber más nada, pero sigo”, bromeó.
Los primeros pasos de Codegoni con la ovalada fueron en Regatas de Avellaneda cuando estaba en el colegio secundario. Si bien vivía lejos del club se enganchó por unos compañeros. “En el rugby se da mucho estas cosas, es más que nada por afinidad”, explicó.
Aunque el año anterior jugó todo el campeonato, en la última temporada Codegoni alternó un poco más con los chicos nuevos. “Quisimos darle renovación para captar gente nueva, es que nuestro mayor objetivo pasa por darle trascendencia al deporte en la Universidad”, indicó.
“Lo importante y lo que nos preocupa a los más grandes es que otros chicos tomen la posta. Obviamente queremos salir campeones, pero nuestro objetivo es otro”, contó.
“La verdad es que significa un gran esfuerzo para el grupo, lo hacemos todo a pulmón. Nos fijamos una cuota para solventar los gastos y cada día tenemos que enfrentar nuevos inconvenientes porque el deporte requiere no sólo la pasión que le ponemos sino diferentes materiales para poder entrenar y participar de un torneo tan importante”, completó.
En 2008, el equipo de la UNLZ alcanzó las semifinales del torneo. Cayó ante CUNE -la otra semi la diputaron La Plata y Barcelo- en La Plata Rugby, cancha neutral, luego de finalizar cuartos en la tabla general. Pero aún así, volvió a estar entre los protagonistas.
En la segunda parte del año Lomas (17) cosechó cuatro victorias y dos derrotas, y quedó ubicado detrás de Barcelo (18), Universidad de La Plata (25) y el líder CUNE con 28.
Este año el objetivo será llegar lo más lejos posible, aunque los protagonistas sienten que clasificarse a las semifinales ya es un logro.
“Fuimos campeones de la URBA dos veces, del Seven A Side tres veces, entre otras cosas. Obviamente queremos ser campeones, pero nuestro mayor logro, como dije antes, sería tener una continuidad”.
¿Hasta cuando seguirá? Él lo sabe bien: “Hasta que me den las piernas”.
Medio:Info Region (Del Area Metropolitana de Buenos Aires)
