sábado, 15 de noviembre de 2008

“El mundo espera que vayamos hacia el profesionalismo”

El representante del rugby en el Comité Olímpico Argentino instó a “dar un paso hacia la profesionalización para continuar con el crecimiento” y aseguró que hay muchas posibilidades que el deporte de la guinda “sea Olímpico en 2016”.
En medio del debate que genera la pregunta ¿hacia dónde debe evolucionar el rugby nacional?, el representante del deporte ovalado en el Comité Olímpico Argentino, Guillermo Tragant, no se anduvo con vueltas. “El próximo paso es el profesionalismo”, aseguró.En los rebosantes jardines del Adrogué Tennis Club el hombre vinculado a la región desde su inicio en Pucará y su paso como jugador y como Capitán de Rugby por Lomas Athletic se prendió en una extensa charla con Info Región y realizó un minucioso análisis de la situación de este deporte en el país.“La IRB (International Rugby Board), el sentido común y la realidad mundial le están pidiendo a Argentina que dé un paso decisivo hacia el profesionalismo con un grupo de elite de 60 jugadores”, afirmó. También se refirió a la posibilidad de que el de la guinda sea deporte olímpico y vaticinó que “hay muchas chances de que el rugby esté en los Juegos de 2016”.- ¿Cómo definiría este momento del rugby argentino?- El Seleccionado cumplió un ciclo y llegó a su cúspide de menor a mayor con las dos etapas de Loffreda. Muchos de esos jugadores dejaron de jugar y los que siguen están en el declive de su carrera, hay una transición y un recambio que se va a sentir en estos partidos que se juegan ahora en noviembre. El rugby argentino siempre tiene recambio hay buenos jugadores, prueba de ello es que hay alrededor de 30 en el mejor nivel de Europa. Lo que pasa es que debemos dar un paso que lo está pidiendo la IRB, el sentido común y la realidad del rugby mundial. Si no hacemos un movimiento decisivo hacia el profesionalismo con un grupo de elite de 60 jugadores es difícil que podamos mantener el nivel que tuvimos.- ¿Esa es la evolución que debe seguir este deporte?- Sí. Se llegó al momento cúspide en el mundial de Francia, eso fue por el esfuerzo de los jugadores, el staff técnico y las circunstancias de haber tenido un plantel con figuras muy destacadas y reconocidas a nivel mundial. Eso no se va a volver a repetir en el corto plazo porque no tienen reemplazantes. Va a pasar mucho tiempo para que vuelvan a juntarse rugbiers de esta jerarquía. El próximo paso es profesionalizar un grupo que juegue en el país porque esa también es la intención de la IRB que tiene fondos disponibles para la Argentina como nunca antes los tuvo. Ellos están la espera de que nos pongamos de acuerdo en dos o tres puntos que no son tan complicados pero, como todo en este país, parece de difícil solución.- Es bueno que lo diga usted que es una persona vinculada al rugby y al espíritu olímpico al mismo tiempo…- Mi formación en el rugby es totalmente amateur, pero a través de la Unión Argentina de Rugby (UAR) y la Confederación Sudamericana tuve la oportunidad de viajar a Europa y darme cuenta en el año ‘95 que si los jugadores no se dedican a full no se obtiene un rendimiento óptimo. Además, creo que la profesionalización de los jugadores de elite y tener un rugby rentado a nivel superlativo va a mejorar al deportista amateur como ocurrió en el tenis, en el golf… y eso no perjudica el juego, ni corrompe, ni se pierden los principios.- ¿La estructura de la UAR está preparada para impulsar un crecimiento sostenido?- La UAR tendría que profesionalizar algunos cuadros de la dirigencia mayor, aunque en el consejo debería ser integrado por amateurs. Tendría que haber un gerente comercial desde la UAR que haga los contratos de los sponsors, es decir que el que mejor conoce el producto sea el encargado de venderlo. En la soledad de una de las habitaciones de la tradicional institución de Adrogué, donde suele concurrir al final del día para desconectarse de su trabajo de juez en la Cámara Nacional de Casación Penal, y a la luz del sol de la mañana que se filtra por la arboleda y se estrella contra la única ventana del cuarto, Guillermo recordó sus inicios en Pucará y su posterior paso por Lomas Athletic. “Jugué en los primeros equipos de Pucará en la década del 60’. Después, del 66’ hasta el 74’, en la primera de Lomas donde gané un campeonato y ascendimos a Segunda”, contó.Como dirigente, Tragant tiene un activo papel en la lucha para que el rugby sea reconocido como deporte olímpico. Desde su lugar en el COA y en la Confederación Sudamericana de Rugby logró la inclusión de este deporte dentro del programa de los Odesur, los Panamericanos a partir de Guadalajara 2011 y en los Juegos Sudamericanos de Playa Uruguay 2011.Además, Guillermo es un especialista en lo que a reglas y normas del deporte de la guinda respecta, ya que integró el panel de disciplina en el Mundial de Francia y en la actualidad forma parte del Appeal Committee (ambas posiciones fueron ganadas por concurso ante la IRB). Y desde ese lugar destaca: “Hay mayor indisciplina en Argentina en Francia o Italia que en un torneo Internacional. Los jugadores profesionales son más disciplinados y cometen menos faltas desleales que los amateurs”.- ¿Cómo ha sido el comportamiento de los jugadores y el desenvolvimiento de los árbitros en las últimas competencias internacionales y en el ámbito local?- En el orden internacional la gran diferencia del rugby con otros deportes es que siempre fue libre la utilización de la tecnología para mejorar el juego y controlar la disciplina. Uno de los anhelos que tenemos en la Iternational Rugby Board es justamente asegurar un juego limpio tanto para la seguridad de los jugadores como para el mejoramiento del espectáculo. Internacionalmente hay un excelente nivel. La diferencia con los árbitros de Argentina es que no son profesionales y muchas veces no están a la altura de las circunstancias, pero es lo que tenemos...- ¿Qué falta para que el rugby sea deporte olímpico?- El año pasado se votó para los Juegos de Londres y había cinco deportes para cubrir dos posiciones. Se necesitaba el 75 por ciento de los votos del COI (Comité Olímpico Internacional). El rugby sacó el 58% y como no llegó al mínimo se quedó afuera. Quizás Londres como organizadora pueda incluirlo como exhibición pero no será olímpico.- Pero para 2016 la cuestión puede ser diferente ¿no?- Sí, porque se cambio el reglamento y para ser olímpico se necesita el 50%. Otra cosa por la que hay que tener mucho optimismo es que hay pautas reestablecidas por el COI en las que se va a dar preferencia a las actividades en conjunto y de difusión masiva y en eso el rugby tiene ventaja. Además, la IRB le dio en este último tiempo un impulso importante al rugby femenino, algo clave para que se convierta en deporte olímpico, ya que en los Juegos todas las actividades deben ser practicadas por los dos géneros. Por eso, en la Argentina estuve trabajando en la reforma del estatuto de la URBA (Unión de Rugby de Buenos Aires).- ¿Cómo ves al rugby de la zona sur?- Lo veo bien, con optimismo. Hay dos equipos que están jugando hace tiempo entre los mejores 24 del país, a los que eventualmente se suma San Albano. Tuvo el beneficio de los resultados del equipo en el Mundial que aumento un 30% la cantidad de chicos en las divisiones inferiores. La campaña de Pucará fue muy buena y Lomas tiene mucho potencial. Me parece que el camino que deben seguir ambos es el de buscar la excelencia en los Head Coach.