lunes, 29 de junio de 2009

Adiós. Agustín Pichot se retiró este sábado a los 34 años del rugby profesional en un partido en el que participaron importantes figuras de Los Pumas

Para el que nunca estuvo cerca del ambiente, el rugby es un deporte difícil de entender. Por sus reglas complejas, seguro. Tal vez ya no por su estilo alguna vez considerado elitista. Pero si algo está claro es que nunca es bueno opinar sin saber de qué se trata.
Los Pumas exigen ser profesionales desde hace años. En febrero pasado se anunció, por primera vez en la historia, el pago a los Jaguares, el segundo equipo argentino. El estatuto de la UAR no permite jugadores rentados, aunque ya están cobrando a través de un recurso que es el de "beca" o "incentivo", pese a que se les descuenten cargas sociales como a cualquier asalariado. Todo es legal. Hace un par de días se supo que el Estado también apoyará a los rugbiers (los que ya eran rentados). Les dará 1000 pesos a cada uno de ellos pero no incrementará su "estímulos"; en todo caso, la UAR se ahorrará una parte de los 2300 pesos que cobra cada beneficiado. Lo mejor para entender la situación actual es escuchar a los que están dentro del deporte. Hasta ahora, esto fue lo que dijeron:
"Esta es una posibilidad para que los chicos que juegan acá le dediquen al rugby el tiempo que se necesita para la competencia internacional. La base de nuestro rugby ya no está sólo en Europa. Es una opción para contener el éxodo de nuestros jugadores a Europa" (Porfirio Carreras, el 1° de febrero tras confirmarse el pago a los Jaguares).
"Los jugadores no tienen una relación de empleo; es un estímulo, pero no son profesionales, pues el ingreso que tienen no es suficiente sostén para vivir" (Porfirio Carreras, 26 de junio).
"Los jugadores [los rentados] van a poder jugar naturalmente para sus clubes" (Santiago Phelan, DT de los Pumas, el 1° de febrero).
"En 2010, jugarán sólo amateurs en Buenos Aires" (Néstor Galán, presidente de la URBA, en marzo pasado).
Alguien puede advertir contradicciones. No está mal, entonces, seguir teniendo dudas. Este año continuarán los intentos de cambiar el estatuto.
Cada uno sabe qué está ocultando. Acaso, ¿no hay dirigentes de clubes conservadores de la URBA llevando a cabo las negociaciones de la UAR por el profesionalismo? Son las mismas personas; hoy, con una camiseta; mañana, con la otra. Luchando con sus admirables convicciones y sus inexplicables contradicciones. Haciendo malabares entre argumentos de valores emotivos y dichos vacíos por el miedo.
"Seguiré hablando donde sea para que el rugby argentino sea lo menos hipócrita posible, especialmente en la URBA, donde hay algo de elitismo monárquico que es tétrico". Lo dijo Agustín Pichot, que se retiró pero no se fue. El rugby es un deporte complejo. Siempre hay que escuchar a los que saben.

*LA NACION