jueves, 14 de mayo de 2009

Los Jaguares son una realidad, pero el rugby sigue debatiendo



El Plan de Alto Rendimiento (PLADAR) que la Unión Argentina de Rugby presentó a principios de este año se convirtió en una realidad palpable el viernes pasado, cuando Los Jaguares vencieron en su primer partido oficial a Namibia, contra el que volverán a jugar mañana en La Plata. Ese fue el debut profesional del rugby argentino, con un equipo formado íntegramente por jugadores locales que reciben un salario mensual de parte de la UAR y que trabajan a diario como cualquier plantel rentado del mundo. Los Jaguares se entrenan cinco veces por semana en la sede que Belgrano Athletic tiene en Pinazo. El equipo está integrado mayoritariamente por jugadores de la URBA, pero también por los de otras uniones. Cada jugador cobra un salario bruto mensual de 2.300 pesos, aunque también recibe una asignación extra por cada partido disputado, cerca de la mitad de los 6.000 pesos que la UAR destina a cada uno de Los Pumas por compromisos internacionales.La idea de la UAR de crear un equipo profesional surgió la temporada pasada, cuando puso en marcha el plan de insertarse en el mediano plazo en torneos internacionales. Como los mejores rugbiers argentinos juegan en Europa, donde el desarrollo de sus ligas choca con la realización del Torneo Tres Naciones, la UAR tuvo la intención de formar un equipo B que pudiera estar a la altura de una competencia de ese relieve, sea el Tres Naciones o el Super 14, certamen que juegan los seleccionados locales de Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica.Los equipos de la URBA se muestran completamente en desacuerdo con el PLADAR. Ante la consulta de El Cronista, Marcelo Sosa, presidente de la Subcomisión de Rugby de Banco Nación, opinó: “La URBA cuestiona que no se haya respetado el estatuto. Se adelantaron los tiempos y hubo casos en los que la UAR habló con los jugadores antes de pedir el permiso correspondiente a los clubes”. La URBA decidió para 2010 que todos los integrantes de Los Jaguares no podrán participar del torneo de Buenos Aires por ser profesionales. “Es una situación lamentable para los jugadores, que se ven entre la espada y la pared; pero algo habrá que hacer. No puede ser que rugbiers que entrenan cinco veces por semana jueguen contra otros que sólo lo hacen dos veces y de manera recreativa”, cierra Sosa.