Ya no quedan dudas de que el duelo entre Tucumán Rugby y el Jockey Club dejó de ser un clásico sólo de barrio. Es mucho más que eso y justificó ese calificativo de “clásico”. Se lo ganó. Porque cada partido es más reñido y muy especial para los protagonistas. En la primera rueda el equipo más novel había logrado su primera victoria de la historia sobre los “verdinegros”. Ayer se tomaron revancha los Marcos Paz, quienes ganaron por un ajustado 20 a 18, con un penal anotado por Nicolás Páez Salas con el tiempo reglamentario cumplido y pasado por un minuto.Atrás quedó un partido flojo, con mucha más participación de los forwards, mientras que los backs se equivocaron mucho con la pelota en sus manos. Claro que mucho tuvieron que ver las muy buenas defensas plantadas por ambos equipos.
Tucumán Rugby ganó porque fue el que más intentó atacar a lo largo del duelo. En el line dominaron los delanteros “verdinegros” y en el scrum el Jockey hizo sentir la solidez de su pack.
En general fue un partido muy parejo. El Jockey estuvo cerca de volver a repetir el éxito logrado en el duelo de ida pero lo dejó escapar sobre la hora.
Tucumán recuperó la sonrisa y el Jockey ahora piensa en los cuartos.
