lunes, 29 de septiembre de 2008

Rugby: el mérito de ser semifinalista



En la numerología, Los Tordos es el indiscutible líder con 90 puntos, marcó más de 700 tantos casi 200 más que su escolta (Marista, marcó poco más de 500). Jugó 22 partidos y ganó 18; empató 2 y perdió 2.Un dato curioso, es que los otros tres equipos que entraron a las semifinales ganaron 14 partidos, y lo más raro es que el Mendoza RC ganó 15 y sin embargo no pudo clasificar por su escasez a la hora de sumar puntos bonus, una faceta donde siempre se destacó en las últimas campañas.Marista, con 74 puntos, es el segundo. Perdió 7 partidos y su punto más flojo fue la parte ofensiva donde tiene menos tantos que Teqüe y Banco.Teqüe llega con 73 puntos y con una gran segunda ronda. Tiene mejores números que Marista, porque si bien tiene una derrota más (8) lo supera en tantos a favor y en contra, como así también en los bonus, siendo con 17 el equipo que más puntos extras cosechó en lo que va del campeonato.Por último, Banco tiene una campaña similar a la de Marista, con una derrota más en lugar de un empate, pero pocos puntos extra.Los "por qué" de los semifinalistasPreguntar por qué llegaron estos cuatro equipos a la definición del rugby Cuyano es la gran intriga del día. Acá intentaremos esbozar algunos motivos.Lo de Los Tordos es indiscutible en sus números. Los Pájaros arrancaron con una racha de 14 partidos sin perder, hasta que se cruzó con Universitario en la segunda ronda. En el medio sumó un par de empates ante Liceo y Marista; y volvió a perder ante el Mendoza RC, esta vez, por un marcador abultado. Sus detractores recuerdan que ganó muchos partidos por escaso margen y que la soledad de la punta ha provocado una merma en su juego.El resto está en el mismo escalón (aunque si los Tordos sobresale, es por sus puntos). Marista, Teqüe y Banco, cada uno con sus argumentos se ganaron un lugar en la semi, con justicia. Marista empezó bien en la primera ronda, cayó dos veces seguidas, y algo parecido le pasó en la segunda ronda. El quiebre llegó tal vez en el partido nocturno que le ganó a Teqüe en la cancha del Mendoza RC, que dio vuelta un resultado adverso ante un rival directo en la lucha por la clasificación.
Teqüe se enderzó en la segunda ronda. En un año que pintaba complicado por cuestiones extradeportivas, se volvió a meter entre los mejores, algo que hace desde hace varios años. Retomó las banderas del scrum y la defensa, y lustró la chapa ante el Mendoza RC en el partido que le valió la clasificación.Banco no hizo otra cosa que confirmar lo que venía insinuando en las últimas temporadas. El club más joven del rugby de Primera de Mendoza acarrea un trabajo en ascenso desde hace tiempo. Ya tiene plantel, un equipo asentado, figuras y líderes. Aún no posee experiencia en estas instancias, pero le puede jugar a favor, ya que no tiene nada que perder.El Mendoza RC, el gran ausenteLo de los Conejos abre un replanteo que va más allá de lo resultadista. El Mendoza RC es el último campeón. Tiene en su equipo la base del seleccionado de la URC, grandes y consagrados jugadores y una dupla técnica (Méndez-Viazzo) con un indiscutido conocimiento del juego. Incluso el mismo Federico Méndez se sumó como jugador, en un plus que se hizo sentir.Sin embargo no pudo. No pudo porque fue irregular, sería lo más simple de decir, pero la disciplina y falta de identidad en partidos clave fueron talones de Aquiles que nunca pudo solucionar. Tordos, Marista, Teqüe, y Banco, cada uno con sus limitaciones, consiguieron estar en semifinales porque “encontraron” su juego. Su esencia, su espíritu. Algo que muchas veces pesa más que los nombres. Ojalá tengan su reconocimiento en el futuro.